sábado, 14 de abril de 2018

Pasos para recibir una corrección.

A nadie le gusta ser corregido. Pero todo el que esté en camino de crecimiento deberá recibir y aceptar correccciones fraternas.
Algunos pasos para recibir una corrección.
1. Escucha. Trata de entender lo que te dicen. No te pongas a la defensiva. No prepares tu defensa mientras el otro habla; escucha atentamente y trata de entender lo que te dice.
2. Agradece. Aun cuando no estés de acuerdo con lo que te ha dicho, dale las gracias. Agradece que se haya interesado por ti, que se haya tomado su tiempo para hablart
3. Pregunta. Si en un principio no estás de acuerdo con los hechos que te atribuyen o con la valoración que se hace de ellos, pregunta cuál es la evidencia sobre la que basan sus críticas. Pero no exijas que te den el nombre de las personas que hayan podido informar. El no debe decírtelo en ningún caso y tú no debes sonsacarle. Lo importante son los hechos y no la fuente de información.
4. Duda. Quizás tu primera reacción sea pensar que no tienen razón. El hombre humilde y prudente es consciente de la posibilidad de equivocarse. Recuerda que eres un ser humano que comete errores.
5. Analiza. Después de dudar e intentar ver las razones del otro, quizás te siga pareciendo que el reproche no está justificado, que el otro está mal informado o no ha hecho una valoración correcta de los hechos o de tus intenciones.
No por eso debes reaccionar con agresividad. Trata de preguntarte las razones que ha podido tener el que te corrige.
Quizás te puede ayudar el consultar a una tercera persona imparcial que conozca bien la situación. Pero si estás verdaderamente tranquilo de que no has merecido ese reproche, quédate tranquilo.
6. Espera. Después de recibir la crítica negativa o la corrección fraterna, tómate todo el tiempo que necesites antes de decidir cuál va a ser tu reacción,
7. Ora. Pídele al Señor que te ilumine, invoca al Espíritu Santo. Pídele fortaleza en caso de que tengas que contradecir a la persona que te ha corregido mostrando que se equivoca. Pídele mansedumbre y humildad para evitar cualquier tipo de resentimiento.
8. Sé amable. Evita cualquier tipo de reacción airada de gestos o muecas de disgusto.
Quizás tú también tengas que ayudarle al otro a corregirse de sus defectos, pero ahora no es el momento. No desvíes tampoco la conversación hacia terceras personas diciendo: "Eso lo lacen todos, ¿por qué me lo dices sólo a mí?» 0 «Fulanito lo hace también y a él nunca le dices nada». No estamos hablando ahora de Fulanito, sino de ti. El mal de muchos es sólo consuelo de tontos. Es tu conducta la que tienes que examinar ahora y no la de los demás.
Por otra parte, aun cuando la corrección haya sido injusta, acógela con amabilidad.
El que se niega a recibir correccciones, se niega a crecer!!!!
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